Actitudes hacia la Naturaleza (sobre Ecologismo y Misticismo)

30.04.2015 10:10

 

 

Los árboles nos dan vida... más que un éxtasis sexual

El escritor francés Bouchardon clasifica en 7 los tipos las actitudes de los humanos hacia la Naturaleza, y hacia la enfermedad, las cuales reflejan la actitud general ante la vida, y el estado de desarrollo personal. Por supuesto, un mismo individuo puede actuar como una mezcla de varios tipos dependiendo de la situación y de otros factores. Estos 7 tipos y sus actitudes típicas son:

Tipo Actitud hacia los Árboles / Naturaleza Actitud hacia la Enfermedad
1. Granjero Recursos para explotar Fuente de problemas
2. Biólogo Objetos a investigar Su causa es externa: virus…
3.Romántico Seres que reflejan nuestro propio sufrimiento Mala suerte, injusticia, sentimiento apasionado
4. Jardinero Seres a los que cuidar Actitud práctica: Cambia hábitos para buscar la armonía
5. Chamán Una fuente de poder Reto para buscar un remedio
6. Ecologista Seres vivos Busca la causa y cambia su vida
7. Místico Partes de la totalidad cósmica Todo es parte de la evolución colectiva

Resulta curioso lo cerca que están (muchas veces sin saberlo) los sentimientos ecologistas de los místicos. A propósito de uno de los pasos del Yoga de Patanjalí, el de Dharana(concentración), Saúl Martínez funde al místicocon el ecologista al escoger como elemento contemplativo de ejemplo, el MAR… dejarse embeber por este objeto natural, llenarse con su movimiento de olas, meterse en el viento y en el sonido y hasta en la luz reflejada en el agua, hasta llegar a sentir, dice literalmente, «que somos el mismo mar: Es una experiencia difícil de explicar, pero de tal intensidad que resulta especialmente terapéutica desde un punto de vista psicológico. Es la sensación de pertenecer a la naturaleza misma, de ser naturaleza, y esta sensación es tan imborrable que despierta en nosotros el interés por vivir contemplativamente todo lo que nos rodea. Entonces ya no observamos un árbol, sino que somos el árbol. No vemos la luz, somos la luz. Y así con las estrellas, las nubes, el firmamento y todo aquello en que nos dejamos fluir. Pero lo más importante es descubrir que este aspecto también funciona con los demás. Entonces somos más que hermanos, somos el otro, somos la humanidad entera. Nuestro ego se disuelve y se vuelve uno y solidario con los demás, porque la experiencia nos está demostrando que así es».

Martínez resalta como nuestros deseos intentan hacernos creer que necesitamos ciertas cosas para llenar algún vacío, que podemos llenar fácilmente (eso dice) con estecontemplar sencillo e intenso: «Lo paradójico es comprobar que, cuando aquietamos la mente, algo empieza a surgir desde el interior con tal intensidad que ciertos vacíos (…), como por ejemplo el del amor, empiezan a llenarse precisamente de la naturaleza de la energía que sentíamos ausente de nuestra vida. Es el milagro de descubrir que siempre ha estado ahí, dentro de nosotros y a nuestra entera disposición, mientras que hemos estado sufriendo toda la vida por encontrar algo o alguien que nos lo diera, o por miedo a perder lo que pensábamos que respondía a nuestras demandas».

Fuente: https://blogsostenible.wordpress.com